ACTUALIZACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE COMPETENCIAS DE LA OCDE
UNIDAD II
Este capítulo explica por qué se está actualizando la Estrategia de Competencias de la OCDE. Se destacan las novedades, como el marco revisado, el análisis de las implicaciones de las megatendencias, un nuevo cuadro de indicadores, los resultados clave de políticas y ejemplos de buenas prácticas para desarrollar las competencias necesarias, usar las competencias de manera eficaz y fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias. Por último, el capítulo presenta el marco de la Estrategia de Competencias de 2019, que tiene tres componentes principales:
1) Desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida.
2) Usar de manera eficaz las competencias en el trabajo y en la sociedad.
3) Fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias.
La Estrategia de Competencias de la OCDE tiene como objetivo ayudar a los países a alcanzar sus ambiciones económicas y sociales a través del desarrollo de las competencias adecuadas y de garantizar su uso pleno y eficaz. La estrategia fue presentada y aprobada por los ministros de la Reunión del Consejo Ministerial de la OCDE (MCM) [C/MIN(2012)4/FINAL]. Como iniciativa horizontal de la OCDE, esta estrategia reúne las perspectivas de todos los comités relevantes y fue preparada por un equipo de dirección mixta liderado por el Centro de Competencias de la OCDE.
La Estrategia de Competencias de la OCDE se publicó por primera vez en Better Skills, Better Jobs, Better Lives (OECD, 2012[1]). En este informe se examinó de qué forma los países podrían lograr mejores resultados económicos y sociales mediante un enfoque del conjunto del Gobierno, integrado por tres pilares interrelacionados: desarrollar las competencias necesarias, movilizar la oferta de competencias y hacer un uso eficaz de las competencias.
Desde 2013, el enfoque de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha adquirido un alcance nacional con el desarrollo de proyectos de estrategias nacionales de competencias adaptados y realizados en estrecha cooperación con equipos interministeriales de los países. El Proyecto de las Estrategia Nacionales de Competencias de la OCDE ha apoyado a los países a desarrollar sus estrategias de competencias nacionales basándose en datos comparativos, análisis y conocimientos de políticas de la OCDE (recuadro 2.1).
Recuadro 2.1. Proyecto de las Estrategias Nacionales de Competencias de la OCDE
El Proyecto de las Estrategias Nacionales de Competencias de la OCDE ha ayudado a los países a desarrollar estrategias de competencias nacionales basándose en datos comparativos, análisis y conocimientos de políticas de la OCDE. Cada proyecto está diseñado para fomentar un enfoque del conjunto del Gobierno, reuniendo a un gran número de ministerios para comprender mejor los objetivos para el futuro del país, identificar los ámbitos de acción para mejorar el desarrollo y el uso eficaz de las competencias y para diseñar y armonizar las políticas de competencias con el fin de conseguir resultados. Además, las partes interesadas están implicadas en proyectos para mejorar la comprensión de los desafíos y las oportunidades de las competencias actuales, demandar su opinión sobre las respuestas de políticas necesarias, validar recomendaciones de políticas y reunir apoyos para actuar de forma conjunta en la aplicación de políticas.
La base de este enfoque es el marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE, que se ha actualizado en este informe. Los tres componentes de la Estrategia de Competencias de la OCDE son:
• Desarrollar las competencias necesarias.
• Usar las competencias de manera eficaz.
• Fortalecer la gobernanza de los sistemas.
El marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha demostrado su valor como herramienta para evaluar el desempeño de los sistemas de competencias y para generar recomendaciones que mejoren el desempeño en un gran número de países. Hasta la fecha, se han completado los proyectos en diez países miembros de la OCDE (Austria, Bélgica [Comunidad Flamenca], Corea, Eslovenia, España, Italia, México, Noruega, los Países Bajos y Portugal) y en uno no miembro (Perú). En Eslovenia, Noruega y Portugal, al proyecto inicial le siguió un segundo proyecto que analizó en mayor detalle un desafío específico identificado en la primera fase, lo que proporcionó recomendaciones de políticas y un análisis aún más profundo.
La OCDE ha identificado varios factores importantes para tener éxito en la construcción de estrategias de competencias. Estos se enumeran a continuación, en el recuadro 2.2.
Recuadro 2.2. Factores de éxito para construir estrategias de competencias eficaces
En el curso del trabajo con once países en proyectos para construir estrategias nacionales de competencias eficaces, la OCDE identificó una serie de factores que pueden ayudar a garantizar el éxito en el desarrollo y la aplicación de estrategias de competencias.
Estos factores son:
• Una visión compartida. En todos los países con los que trabajó la OCDE, el desafío de dar respuesta a las megatendencias y aprovechar sus posibilidades para mejorar la vida de la ciudadanía fue un estímulo clave para emprender un proyecto de estrategia de competencias. Al construir una visión sobre cómo las competencias pueden ayudar a los países a superar desafíos y aprovechar oportunidades, los países pudieron catalizar el apoyo entre el gobierno y las partes interesadas para desarrollar estrategias de competencias eficaces.
• Un enfoque del conjunto del Gobierno. Un gran número de ministerios en todos los niveles de gobierno genera interés y tiene impacto en los resultados en materia de competencias. No solo incluyen a los ministerios responsables de las materias de educación y empleo, sino también a los de economía, ciencia e innovación, hacienda y finanzas. En consecuencia, la formación de equipos de proyectos nacionales con representación de todas las carteras pertinentes en relación con las competencias es un factor clave para el éxito de los proyectos de estrategias de competencias. Generar una mejor comprensión sobre cómo el éxito de las políticas de un ámbito puede estar influenciado por el desarrollo efectivo y el uso de competencias puede ser muy importante para conseguir implicar a ministerios que, de otra manera, no se considerarían «ministerios relacionados con las competencias».
• La implicación de las partes interesadas. Los gobiernos no son los únicos responsables de los resultados en materia competencias. De hecho, los gobiernos necesitan información y el apoyo político de las partes interesadas para diseñar y aplicar políticas de competencias eficaces. Esto implica establecer colaboraciones sólidas con todos los agentes del sistema de competencias, como empleadores, sindicatos, instituciones de formación, estudiantes y otras partes interesadas. Los países con los que ha trabajado la OCDE en proyectos de estrategias de competencias se han esforzado para conseguir el apoyo de las partes interesadas participando con ellas en talleres y reuniones con el fin de conseguir un consenso sobre cuáles son los problemas más importantes relacionados con las competencias a los que se enfrentan los países, generar recomendaciones de políticas concretas y alcanzar un compromiso para actuar de forma conjunta en la aplicación de políticas de competencias.
• Una base de información sólida. Es fundamental contar con un análisis de alta calidad del desempeño de competencias de un país para mejorar las políticas y los resultados. Los países que participan en una estrategia de competencias nacional han aprovechado los datos comparativos internacionales de la OCDE, así como otras fuentes de datos nacionales e internacionales, para ayudar a alcanzar un consenso sobre cuáles son los desafíos relacionados con las competencias más importantes a los que se enfrentan los países y para desarrollar políticas basadas en los datos.
• Liderazgo. El liderazgo puede ser de muchos tipos. Las estrategias de competencias exitosas surgen de equipos de proyectos nacionales inclusivos que cuentan con la participación de todas las carteras relevantes para las competencias y de todos los niveles de gobierno. Normalmente, están abanderados por un primer ministro o por el ministro responsable del ministerio principal. Sin embargo, también se da una participación a un nivel alto entre todos los ministerios participantes. Demuestran estar dispuestos, por ejemplo, a rendir cuentas de los resultados en público, haciendo que el proceso de desarrollo de una estrategia de competencias sea transparente y abierto. Los equipos de proyectos nacionales exitosos suelen estar dirigidos por un coordinador de proyectos eficaz, en el que confían y al que respetan tanto los colegas de los ministerios participantes como las partes implicadas. Por último, las estrategias de competencias exitosas cuentan con defensores fuera del gobierno con el fin de crear una participación compartida para actuar y para ayudar a mantener la fortaleza entre los ciclos electorales.
El valor permanente de la Estrategia de Competencias de la OCDE y la necesidad de actualizaciones periódicas fueron confirmados por primera vez por veintiséis ministros y subsecretarios de quince países y por la Comisión Europea en la Cumbre sobre Competencias de 2016 (Røe Isaksen, 2016[2]):
Reafirmamos el valor de la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012 como un marco útil para los países que buscan desarrollar estrategias nacionales de competencias y acogemos con satisfacción los planes de la OCDE de actualizar periódicamente la estrategia de competencias para garantizar que refleje la experiencia de uso de los países y que siga respondiendo a sus necesidades evolutivas. En concreto, nos gustaría animar a la OCDE a estudiar más a fondo qué están haciendo los países para fortalecer sus sistemas de competencias. Este trabajo nos ayudará a comparar los sistemas de competencias y a conocer mejor lo que funciona.
La importancia de actualizar la Estrategia de Competencia de la OCDE para asegurar la continuidad de su relevancia también fue confirmada recientemente por parte del Comité de Política Educativa de la OCDE, el Comité de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE y los veintidós países que participaron en la Cumbre sobre Competencias de 2018 en Oporto (Portugal).
Principales novedades
La Estrategia de Competencias de la OCDE tiene en cuenta:
• Las lecciones aprendidas de la aplicación del marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE en once países.
• Los últimos datos sobre las implicaciones de las llamadas megatendencias, como la globalización, la digitalización, el envejecimiento de la población y las migraciones.
• Los últimos datos sobre las políticas de competencias que funcionan. Como resultado de la evaluación de lo anterior, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 incorpora una serie de mejoras.
Un marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE
Este capítulo presenta un marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE (consulte la sección «Marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE»). Este marco revisado da respuesta directa a las lecciones aprendidas del trabajo con once países hasta la fecha. Hay tres cambios principales con respecto al marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012. Los dos primeros son importantes, aunque relativamente pequeños, mientras que el tercero representa un cambio mucho más fundamental.
En primer lugar, en la mayoría de países con los que la OCDE ha trabajado en los proyectos de estrategias nacionales de competencias, la promoción de una cultura de aprendizaje a lo largo de la vida ha sido una preocupación central. A medida que la globalización, el cambio tecnológico, los cambios demográficos y otras tendencias incrementan la demanda de altos niveles de competencias y, al mismo tiempo, requieren de un conjunto más amplio de competencias nuevas, los países buscan orientación sobre cómo motivar y apoyar a los adultos para que actualicen y perfeccionen sus competencias a lo largo de la vida.
En reconocimiento de la creciente importancia del aprendizaje a lo largo de la vida, el componente «desarrollar las competencias necesarias» de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha pasado a denominarse «desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida» en la Estrategia. Además, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 identifica diferentes políticas clave dirigidas a: mejorar las aspiraciones de aprendizaje y apoyar las elecciones de aprendizaje fundadas, fortalecer los mecanismos de financiación para el aprendizaje a lo largo de la vida, fortalecer los sistemas de validación y certificación de las competencias, y hacer que el aprendizaje a lo largo de la vida sea accesible y relevante.
En segundo lugar, en la mayoría de países con los que ha trabajado la OCDE, autoridades públicas, agentes sociales y otras partes interesadas se encontraron con que la distinción que se hizo en la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012 entre «movilizar la oferta de competencias» y «usar las competencias de manera eficaz» era artificial e incluso confusa. Varios de estos participantes mencionaron que, dado que cuando las competencias se movilizan también se usan, y viceversa, no eran conceptos distintos. Muchos otros indicaron que esta confusión conceptual generó una pérdida de tiempo al tratar de definir si un determinado desafío relacionado con las competencias se relacionaba con movilizar o con usar las competencias. Además, algunos comentaron que el concepto de movilización –un término que se suele asociar con la política del mercado laboral– elevaba la utilidad de las competencias en el mercado laboral por encima de su utilidad social. Es decir, hacer que la movilización de competencias sea un componente diferente y, por tanto, destacado de la estrategia minimiza la importancia del uso de las competencias fuera del lugar de trabajo, como el trabajo voluntario o la gestión del hogar. Por todos esos motivos, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 combina los conceptos de movilización y uso en un único componente de la estrategia: «usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad».
En tercer lugar, y más importante, la importancia de una gobernanza eficaz para mejorar la coherencia y complementariedad de políticas no estaba reconocida formalmente en la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012. Sin embargo, los asuntos de gobernanza recibieron una atención considerable en todos los proyectos de estrategias nacionales de competencias. Las autoridades públicas, los agentes sociales y otras partes implicadas señalaron que, dado que la política de competencias se encuentra a medio camino entre la educación, el mercado laboral, la industria y otros ámbitos, se trata de un ámbito político inherentemente complejo. No solo involucra a un gran número de ministerios del gobierno (y no solo a los ministerios responsables de la educación y el empleo, sino también a los de economía, desarrollo regional, ciencia, hacienda y muchos otros), sino que muchas veces también involucra a múltiples niveles de gobierno. Además, el desarrollo y la aplicación de la política de competencias involucra a muchos y diferentes agentes del ámbito educativo (asociaciones de padres, madres y estudiantes, asociaciones de profesores, instituciones educativas, etc.), del ámbito laboral (sindicatos, asociaciones de empleadores, etc.), del ámbito de la industria (grupos sectoriales) y de muchos otros.
Se observa que esta complejidad, así como los complejos mecanismos de compensación redistributiva que suelen acompañar a la distribución y redistribución de recursos entre ministerios y niveles de gobierno, generan grandes desafíos políticos y técnicos en el diseño y en la aplicación de políticas de competencias eficaces. Unos buenos mecanismos de gobernanza pueden ayudar a superar estos desafíos al apoyar la coordinación y colaboración en el gobierno, al implicar a las partes interesadas en los procesos de políticas, al construir sistemas integrados y al coordinar y armonizar la financiación.
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 reconoce explícitamente la importancia de la gobernanza al convertir el «fortalecimiento de la gobernanza de los sistemas de competencias» en un componente central del marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE.
Análisis de las implicaciones de las megatendencias en las competencias
La implicación de las megatendencias en las competencias, como los avances tecnológicos, la globalización y la expansión de las cadenas de valor mundiales, el envejecimiento de la población o los flujos migratorios, ha sido objeto de una importante preocupación entre los países miembros de la OCDE. Desde la publicación de la Estrategia de Competencias de la OCDE en 2012, la OCDE se ha embarcado en una agenda ambiciosa con el fin de comprender mejor estas tendencias o lo que significan para las competencias necesarias para tener éxito en el trabajo y en la sociedad, así como para las políticas necesarias para desarrollar las competencias necesarias y usarlas de manera eficaz. Las publicaciones más relevantes realizadas por la OCDE desde 2012 son: OECD Skills Outlook 2019: Thriving in a Digital World (2019[3]); OECD Good Jobs for All in a Changing World of Work: The OECD Jobs Strategy (2018[4]); OECD Employment Outlook 2019: Future of Work (2019[5]); OECD Skills Outlook 2017: Skills and Global Value Chains (2017[6]); y OECD Getting Skills Right: Skills for Jobs Indicators (2017[7]).
A pesar de esta extensa obra de investigación y análisis, los responsables públicos y los agentes sociales señalaron que no es fácil localizar las conclusiones en una única fuente y que el impacto conjunto de estas tendencias no se ha analizado adecuadamente.
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 reúne la inteligencia colectiva de la OCDE para proporcionar un resumen conciso (consulte el Capítulo 3) de las principales implicaciones de estas tendencias en las competencias. Las contribuciones analíticas fueron realizadas por: la Dirección de Educación y Competencias; la Dirección de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales; la Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación; el Departamento de Economía; el Centro de Políticas Fiscales y Administración; el Centro para el Emprendimiento, las PYME y el Desarrollo Local; la Dirección de Gobernanza Pública y el Centro de Desarrollo.
Nuevo Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE
A través de su experiencia trabajando con los países en proyectos de estrategias nacionales de competencias, la OCDE ha desarrollado un cuadro de indicadores que ayuda a los países a comparar a nivel internacional su desempeño en el desarrollo (consulte el Capítulo 4) y en el uso eficaz (consulte el Capítulo 5) de competencias. El cuadro de indicadores incluye indicadores de desempeño en tres dimensiones: nivel de desempeño (es decir, el desempeño medio de los países); tendencia en el desempeño (es decir, evaluar si el desempeño está mejorando o empeorando en relación con otros países) y equidad en el desempeño (esto es, evaluar la variación en los resultados en materia de competencias entre los grupos socioeconómicos).
El cuadro de indicadores se ha utilizado con eficacia como herramienta para facilitar el debate entre el gobierno, los agentes sociales y otras partes implicadas sobre los puntos fuertes y débiles de los sistemas de competencias de los países y, por extensión, sobre prioridades de políticas, conciliaciones y sinergias. En los proyectos de estrategias nacionales de competencias de la OCDE más recientes, el cuadro de indicadores se ha utilizado como herramienta para ayudar a identificar los temas que se tratarán en detalle en los capítulos temáticos de este volumen. La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 presenta de forma oficial este cuadro de indicadores a la amplia comunidad de la OCDE vinculada con las políticas de competencias (en los capítulos 4 y 5).
Resultados clave de políticas y ejemplos de buenas prácticas para desarrollar las competencias necesarias, usarlas de manera eficaz y fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
Con frecuencia, los países miembros de las OCDE (tanto aquellos con los que ha trabajado la OCDE en los proyectos de estrategias nacionales de competencias como con los que no) buscan orientación de la OCDE sobre las políticas de competencias que desarrollen las competencias necesarias y las usen de manera eficaz.
Desde la publicación de la Estrategia de Competencias de 2012, la OCDE ha realizado una gran cantidad de nuevos trabajos analíticos y estudios por países con importantes conclusiones sobre las políticas. Sin embargo, actualmente, estas conclusiones están diseminadas entre un gran número de publicaciones de la OCDE, incluidas las catorce publicaciones sobre la Estrategia de Competencias de la OCDE. Proporcionar una lista completa de las conclusiones sobre las políticas de la OCDE va mucho más allá del alcance de una publicación de esta amplitud y extensión, pero la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 sí destaca algunas de las conclusiones de políticas más recurrentes e importantes de sus publicaciones.
Por último, los países miembros de la OCDE buscan ayuda de la OCDE con frecuencia para identificar las políticas de competencias seguidas por otros países. Esta publicación reúne 71 ejemplos de caso de treinta países para destacar la variedad de enfoques que se están siguiendo para desarrollar las competencias necesarias, usarlas de manera eficaz y fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias. Dado que uno de los principios básicos de la Estrategia de Competencias de la OCDE es que no existe una política única para todos, se han realizado esfuerzos para proporcionar ejemplos de países con diferentes sistemas, tradiciones e instituciones políticos, así como de sistemas de gobierno centralizados y descentralizados.
Con el hecho de destacar las conclusiones clave de la política de competencias y los ejemplos de buenas prácticas de un buen número de países, la OCDE pretende facilitar un aprendizaje entre iguales que conduzca a mejores políticas, mejores empleos y mejores condiciones de vida.
El marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 proporciona a los países un marco amplio para analizar el desempeño de los sistemas de competencias de los países, comparar su desempeño a nivel internacional y analizar las buenas prácticas a nivel global. Con este objetivo, el marco de la Estrategia de Competencia de la OCDE de 2019 identifica tres dimensiones clave (gráfico 2.1).
Desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida
Para garantizar que los países pueden adaptarse y progresar en un mundo muy cambiante, todas las personas necesitan acceso a oportunidades para desarrollar y mantener un desempeño sólido en un conjunto amplio de competencias. Este proceso es a lo largo de la vida, empezando en la infancia y la juventud y continuando durante la vida adulta. También abarca todos los ámbitos de la vida, ya que se da no solo de manera formal en los centros educativos y en la educación superior, sino también, de manera no-formal e informal en el hogar, la comunidad y el lugar de trabajo. Al desarrollar un conjunto sólido de competencias, los países también generan incentivos para que las empresas rediseñen sus modelos y prácticas con el fin de hacer un mayor uso de las competencias disponibles (recuadro 2.3). En el Capítulo 4 de este informe se presenta el Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE, las conclusiones clave de políticas y los ejemplos de buenas prácticas internacionales para desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida.
Recuadro 2.3. Lecciones clave de política: desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida
• Mejorar las expectativas para un aprendizaje a lo largo de la vida: establecer el enfoque y respaldar las elecciones de aprendizaje fundadas.
• Proporcionar un buen comienzo para el aprendizaje a lo largo de la vida: crear una base sólida durante la educación temprana y la educación formal.
• Hacer que el aprendizaje a lo largo de la vidae sea asequible y sustentable: fortalecer los mecanismos de financiación para el aprendizaje para adultos.
• Hacer que el aprendizaje a lo largo de la vida sea visible y gratificante: fortalecer los sistemas de validación y certificación de competencias.
• Conseguir que el aprendizaje a lo largo de la vida sea accesible y relevante: dar respuesta a las necesidades de los particulares y de los empleadores.
Usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad
Desarrollar un conjunto amplio y sólido de competencias es solo el primer paso. Para garantizar que los países y las personas obtienen todo el valor económico y social de las inversiones en el desarrollo de competencias, las personas también necesitan usar esas competencias de manera plena y eficaz. Esto significa garantizar que las personas cuentan con oportunidades para usar sus competencias no solo en el lugar de trabajo, sino también en la sociedad, a través de una participación cívica y política activa. También significa garantizar que las personas pueden usar sus competencias en la mayor medida posible en cada uno de estos contextos. Al usar las competencias de manera plena y eficaz, las personas también pueden mantener y desarrollar aún más sus competencias, haciendo del desarrollo y del uso de competencias un círculo virtuoso de éxito (recuadro 2.4). En el Capítulo 5 se presentan los resultados del Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE, las conclusiones clave de políticas y los ejemplos de buenas prácticas para usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad.
Recuadro 2.4. Lecciones clave de política: usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad
• Promover la participación en el mercado laboral: reducir los obstáculos para
acceder a un empleo y ayudar a los trabajadores desplazados a encontrar un nuevo
trabajo.
• Promover la participación social: sensibilizar sobre los beneficios de la colaboración
cívica y apoyar el uso de las competencias en la sociedad y en la vida diaria.
• Ampliar la reserva de talentos disponibles: atraer las competencias adecuadas
del extranjero, mejorar la transparencia de los procedimientos para el reconocimiento
de las competencias y proporcionar capacitación lingüística.
• Hacer un uso intensivo de las competencias en el lugar de trabajo: mejorar
la organización del trabajo y las prácticas de gestión para aprovechar al máximo las
competencias de los empleados.
• Reducir los desequilibrios de competencias: mejorar la adecuación entre la
oferta y la demanda de competencias.
• Estimular la demanda de competencias de alto nivel: apoyar las actividades
innovadoras de las empresas y eliminar los obstáculos al crecimiento.
Fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
Aplicar reformas es todo un desafío para los gobiernos. La complejidad de esta tarea aumenta cuando las políticas involucran a un amplio número de agentes y entidades, como los diferentes niveles de gobierno y las partes interesadas, y abarca múltiples ámbitos de políticas, como es el caso de las políticas de competencias. Con frecuencia, los gobiernos se enfrentan a grandes desafíos políticos y técnicos, incluida, entre otras cuestiones, la necesidad de coordinar los diferentes ministerios y niveles de gobierno, de implicar a las partes interesadas y de definir los aspectos informativos y económicos de las reformas intersectoriales. Además, las reformas intersectoriales suelen asociarse con mecanismos de compensación redistributiva muy complejos, ya que suelen implicar la asignación y redistribución de recursos entre sectores y entre niveles de gobierno. Por tanto, los mecanismos de gobernanza son necesarios para: promover la coordinación, la cooperación y la colaboración entre todos los niveles de gobierno; implicar a las partes interesadas a lo largo del ciclo de formulación de políticas; crear sistemas de información integrados, y armonizar y coordinar los mecanismos de financiación. A medida que el cambio tecnológico, la globalización, los cambios demográficos y otras megatendencias se combinan para hacer que cada vez sea más importante desarrollar y usar de manera eficaz las competencias en la edad adulta, será aún más importante una gobernanza sólida que coordine las actividades y fomente la colaboración entre los múltiples agentes y entidades que tienen interés y que desempeñan un papel en garantizar que esto suceda (recuadro 2.5). En el Capítulo 6 se presentan las conclusiones clave de políticas de la OCDE y los ejemplos internacionales de buenas prácticas para fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias.
Recuadro 2.5. Lecciones clave de política: fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
• Promover la coordinación, la cooperación y la colaboración entre todos los niveles de gobierno.
• Implicar a las partes interesadas a lo largo del ciclo de formulación de políticas.
• Crear sistemas de información integrados.
• Armonizar y coordinar los mecanismos de financiación.
La Estrategia de Competencias de la OCDE
Por qué se está actualizando la Estrategia de Competencias de la OCDELa Estrategia de Competencias de la OCDE tiene como objetivo ayudar a los países a alcanzar sus ambiciones económicas y sociales a través del desarrollo de las competencias adecuadas y de garantizar su uso pleno y eficaz. La estrategia fue presentada y aprobada por los ministros de la Reunión del Consejo Ministerial de la OCDE (MCM) [C/MIN(2012)4/FINAL]. Como iniciativa horizontal de la OCDE, esta estrategia reúne las perspectivas de todos los comités relevantes y fue preparada por un equipo de dirección mixta liderado por el Centro de Competencias de la OCDE.
La Estrategia de Competencias de la OCDE se publicó por primera vez en Better Skills, Better Jobs, Better Lives (OECD, 2012[1]). En este informe se examinó de qué forma los países podrían lograr mejores resultados económicos y sociales mediante un enfoque del conjunto del Gobierno, integrado por tres pilares interrelacionados: desarrollar las competencias necesarias, movilizar la oferta de competencias y hacer un uso eficaz de las competencias.
Desde 2013, el enfoque de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha adquirido un alcance nacional con el desarrollo de proyectos de estrategias nacionales de competencias adaptados y realizados en estrecha cooperación con equipos interministeriales de los países. El Proyecto de las Estrategia Nacionales de Competencias de la OCDE ha apoyado a los países a desarrollar sus estrategias de competencias nacionales basándose en datos comparativos, análisis y conocimientos de políticas de la OCDE (recuadro 2.1).
Recuadro 2.1. Proyecto de las Estrategias Nacionales de Competencias de la OCDE
El Proyecto de las Estrategias Nacionales de Competencias de la OCDE ha ayudado a los países a desarrollar estrategias de competencias nacionales basándose en datos comparativos, análisis y conocimientos de políticas de la OCDE. Cada proyecto está diseñado para fomentar un enfoque del conjunto del Gobierno, reuniendo a un gran número de ministerios para comprender mejor los objetivos para el futuro del país, identificar los ámbitos de acción para mejorar el desarrollo y el uso eficaz de las competencias y para diseñar y armonizar las políticas de competencias con el fin de conseguir resultados. Además, las partes interesadas están implicadas en proyectos para mejorar la comprensión de los desafíos y las oportunidades de las competencias actuales, demandar su opinión sobre las respuestas de políticas necesarias, validar recomendaciones de políticas y reunir apoyos para actuar de forma conjunta en la aplicación de políticas.
La base de este enfoque es el marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE, que se ha actualizado en este informe. Los tres componentes de la Estrategia de Competencias de la OCDE son:
• Desarrollar las competencias necesarias.
• Usar las competencias de manera eficaz.
• Fortalecer la gobernanza de los sistemas.
El marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha demostrado su valor como herramienta para evaluar el desempeño de los sistemas de competencias y para generar recomendaciones que mejoren el desempeño en un gran número de países. Hasta la fecha, se han completado los proyectos en diez países miembros de la OCDE (Austria, Bélgica [Comunidad Flamenca], Corea, Eslovenia, España, Italia, México, Noruega, los Países Bajos y Portugal) y en uno no miembro (Perú). En Eslovenia, Noruega y Portugal, al proyecto inicial le siguió un segundo proyecto que analizó en mayor detalle un desafío específico identificado en la primera fase, lo que proporcionó recomendaciones de políticas y un análisis aún más profundo.
La OCDE ha identificado varios factores importantes para tener éxito en la construcción de estrategias de competencias. Estos se enumeran a continuación, en el recuadro 2.2.
Recuadro 2.2. Factores de éxito para construir estrategias de competencias eficaces
En el curso del trabajo con once países en proyectos para construir estrategias nacionales de competencias eficaces, la OCDE identificó una serie de factores que pueden ayudar a garantizar el éxito en el desarrollo y la aplicación de estrategias de competencias.
Estos factores son:
• Una visión compartida. En todos los países con los que trabajó la OCDE, el desafío de dar respuesta a las megatendencias y aprovechar sus posibilidades para mejorar la vida de la ciudadanía fue un estímulo clave para emprender un proyecto de estrategia de competencias. Al construir una visión sobre cómo las competencias pueden ayudar a los países a superar desafíos y aprovechar oportunidades, los países pudieron catalizar el apoyo entre el gobierno y las partes interesadas para desarrollar estrategias de competencias eficaces.
• Un enfoque del conjunto del Gobierno. Un gran número de ministerios en todos los niveles de gobierno genera interés y tiene impacto en los resultados en materia de competencias. No solo incluyen a los ministerios responsables de las materias de educación y empleo, sino también a los de economía, ciencia e innovación, hacienda y finanzas. En consecuencia, la formación de equipos de proyectos nacionales con representación de todas las carteras pertinentes en relación con las competencias es un factor clave para el éxito de los proyectos de estrategias de competencias. Generar una mejor comprensión sobre cómo el éxito de las políticas de un ámbito puede estar influenciado por el desarrollo efectivo y el uso de competencias puede ser muy importante para conseguir implicar a ministerios que, de otra manera, no se considerarían «ministerios relacionados con las competencias».
• La implicación de las partes interesadas. Los gobiernos no son los únicos responsables de los resultados en materia competencias. De hecho, los gobiernos necesitan información y el apoyo político de las partes interesadas para diseñar y aplicar políticas de competencias eficaces. Esto implica establecer colaboraciones sólidas con todos los agentes del sistema de competencias, como empleadores, sindicatos, instituciones de formación, estudiantes y otras partes interesadas. Los países con los que ha trabajado la OCDE en proyectos de estrategias de competencias se han esforzado para conseguir el apoyo de las partes interesadas participando con ellas en talleres y reuniones con el fin de conseguir un consenso sobre cuáles son los problemas más importantes relacionados con las competencias a los que se enfrentan los países, generar recomendaciones de políticas concretas y alcanzar un compromiso para actuar de forma conjunta en la aplicación de políticas de competencias.
• Una base de información sólida. Es fundamental contar con un análisis de alta calidad del desempeño de competencias de un país para mejorar las políticas y los resultados. Los países que participan en una estrategia de competencias nacional han aprovechado los datos comparativos internacionales de la OCDE, así como otras fuentes de datos nacionales e internacionales, para ayudar a alcanzar un consenso sobre cuáles son los desafíos relacionados con las competencias más importantes a los que se enfrentan los países y para desarrollar políticas basadas en los datos.
• Liderazgo. El liderazgo puede ser de muchos tipos. Las estrategias de competencias exitosas surgen de equipos de proyectos nacionales inclusivos que cuentan con la participación de todas las carteras relevantes para las competencias y de todos los niveles de gobierno. Normalmente, están abanderados por un primer ministro o por el ministro responsable del ministerio principal. Sin embargo, también se da una participación a un nivel alto entre todos los ministerios participantes. Demuestran estar dispuestos, por ejemplo, a rendir cuentas de los resultados en público, haciendo que el proceso de desarrollo de una estrategia de competencias sea transparente y abierto. Los equipos de proyectos nacionales exitosos suelen estar dirigidos por un coordinador de proyectos eficaz, en el que confían y al que respetan tanto los colegas de los ministerios participantes como las partes implicadas. Por último, las estrategias de competencias exitosas cuentan con defensores fuera del gobierno con el fin de crear una participación compartida para actuar y para ayudar a mantener la fortaleza entre los ciclos electorales.
El valor permanente de la Estrategia de Competencias de la OCDE y la necesidad de actualizaciones periódicas fueron confirmados por primera vez por veintiséis ministros y subsecretarios de quince países y por la Comisión Europea en la Cumbre sobre Competencias de 2016 (Røe Isaksen, 2016[2]):
Reafirmamos el valor de la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012 como un marco útil para los países que buscan desarrollar estrategias nacionales de competencias y acogemos con satisfacción los planes de la OCDE de actualizar periódicamente la estrategia de competencias para garantizar que refleje la experiencia de uso de los países y que siga respondiendo a sus necesidades evolutivas. En concreto, nos gustaría animar a la OCDE a estudiar más a fondo qué están haciendo los países para fortalecer sus sistemas de competencias. Este trabajo nos ayudará a comparar los sistemas de competencias y a conocer mejor lo que funciona.
La importancia de actualizar la Estrategia de Competencia de la OCDE para asegurar la continuidad de su relevancia también fue confirmada recientemente por parte del Comité de Política Educativa de la OCDE, el Comité de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE y los veintidós países que participaron en la Cumbre sobre Competencias de 2018 en Oporto (Portugal).
Principales novedades
La Estrategia de Competencias de la OCDE tiene en cuenta:
• Las lecciones aprendidas de la aplicación del marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE en once países.
• Los últimos datos sobre las implicaciones de las llamadas megatendencias, como la globalización, la digitalización, el envejecimiento de la población y las migraciones.
• Los últimos datos sobre las políticas de competencias que funcionan. Como resultado de la evaluación de lo anterior, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 incorpora una serie de mejoras.
Un marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE
Este capítulo presenta un marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE (consulte la sección «Marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE»). Este marco revisado da respuesta directa a las lecciones aprendidas del trabajo con once países hasta la fecha. Hay tres cambios principales con respecto al marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012. Los dos primeros son importantes, aunque relativamente pequeños, mientras que el tercero representa un cambio mucho más fundamental.
En primer lugar, en la mayoría de países con los que la OCDE ha trabajado en los proyectos de estrategias nacionales de competencias, la promoción de una cultura de aprendizaje a lo largo de la vida ha sido una preocupación central. A medida que la globalización, el cambio tecnológico, los cambios demográficos y otras tendencias incrementan la demanda de altos niveles de competencias y, al mismo tiempo, requieren de un conjunto más amplio de competencias nuevas, los países buscan orientación sobre cómo motivar y apoyar a los adultos para que actualicen y perfeccionen sus competencias a lo largo de la vida.
En reconocimiento de la creciente importancia del aprendizaje a lo largo de la vida, el componente «desarrollar las competencias necesarias» de la Estrategia de Competencias de la OCDE ha pasado a denominarse «desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida» en la Estrategia. Además, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 identifica diferentes políticas clave dirigidas a: mejorar las aspiraciones de aprendizaje y apoyar las elecciones de aprendizaje fundadas, fortalecer los mecanismos de financiación para el aprendizaje a lo largo de la vida, fortalecer los sistemas de validación y certificación de las competencias, y hacer que el aprendizaje a lo largo de la vida sea accesible y relevante.
En segundo lugar, en la mayoría de países con los que ha trabajado la OCDE, autoridades públicas, agentes sociales y otras partes interesadas se encontraron con que la distinción que se hizo en la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012 entre «movilizar la oferta de competencias» y «usar las competencias de manera eficaz» era artificial e incluso confusa. Varios de estos participantes mencionaron que, dado que cuando las competencias se movilizan también se usan, y viceversa, no eran conceptos distintos. Muchos otros indicaron que esta confusión conceptual generó una pérdida de tiempo al tratar de definir si un determinado desafío relacionado con las competencias se relacionaba con movilizar o con usar las competencias. Además, algunos comentaron que el concepto de movilización –un término que se suele asociar con la política del mercado laboral– elevaba la utilidad de las competencias en el mercado laboral por encima de su utilidad social. Es decir, hacer que la movilización de competencias sea un componente diferente y, por tanto, destacado de la estrategia minimiza la importancia del uso de las competencias fuera del lugar de trabajo, como el trabajo voluntario o la gestión del hogar. Por todos esos motivos, la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 combina los conceptos de movilización y uso en un único componente de la estrategia: «usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad».
En tercer lugar, y más importante, la importancia de una gobernanza eficaz para mejorar la coherencia y complementariedad de políticas no estaba reconocida formalmente en la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2012. Sin embargo, los asuntos de gobernanza recibieron una atención considerable en todos los proyectos de estrategias nacionales de competencias. Las autoridades públicas, los agentes sociales y otras partes implicadas señalaron que, dado que la política de competencias se encuentra a medio camino entre la educación, el mercado laboral, la industria y otros ámbitos, se trata de un ámbito político inherentemente complejo. No solo involucra a un gran número de ministerios del gobierno (y no solo a los ministerios responsables de la educación y el empleo, sino también a los de economía, desarrollo regional, ciencia, hacienda y muchos otros), sino que muchas veces también involucra a múltiples niveles de gobierno. Además, el desarrollo y la aplicación de la política de competencias involucra a muchos y diferentes agentes del ámbito educativo (asociaciones de padres, madres y estudiantes, asociaciones de profesores, instituciones educativas, etc.), del ámbito laboral (sindicatos, asociaciones de empleadores, etc.), del ámbito de la industria (grupos sectoriales) y de muchos otros.
Se observa que esta complejidad, así como los complejos mecanismos de compensación redistributiva que suelen acompañar a la distribución y redistribución de recursos entre ministerios y niveles de gobierno, generan grandes desafíos políticos y técnicos en el diseño y en la aplicación de políticas de competencias eficaces. Unos buenos mecanismos de gobernanza pueden ayudar a superar estos desafíos al apoyar la coordinación y colaboración en el gobierno, al implicar a las partes interesadas en los procesos de políticas, al construir sistemas integrados y al coordinar y armonizar la financiación.
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 reconoce explícitamente la importancia de la gobernanza al convertir el «fortalecimiento de la gobernanza de los sistemas de competencias» en un componente central del marco revisado de la Estrategia de Competencias de la OCDE.
Análisis de las implicaciones de las megatendencias en las competencias
La implicación de las megatendencias en las competencias, como los avances tecnológicos, la globalización y la expansión de las cadenas de valor mundiales, el envejecimiento de la población o los flujos migratorios, ha sido objeto de una importante preocupación entre los países miembros de la OCDE. Desde la publicación de la Estrategia de Competencias de la OCDE en 2012, la OCDE se ha embarcado en una agenda ambiciosa con el fin de comprender mejor estas tendencias o lo que significan para las competencias necesarias para tener éxito en el trabajo y en la sociedad, así como para las políticas necesarias para desarrollar las competencias necesarias y usarlas de manera eficaz. Las publicaciones más relevantes realizadas por la OCDE desde 2012 son: OECD Skills Outlook 2019: Thriving in a Digital World (2019[3]); OECD Good Jobs for All in a Changing World of Work: The OECD Jobs Strategy (2018[4]); OECD Employment Outlook 2019: Future of Work (2019[5]); OECD Skills Outlook 2017: Skills and Global Value Chains (2017[6]); y OECD Getting Skills Right: Skills for Jobs Indicators (2017[7]).
A pesar de esta extensa obra de investigación y análisis, los responsables públicos y los agentes sociales señalaron que no es fácil localizar las conclusiones en una única fuente y que el impacto conjunto de estas tendencias no se ha analizado adecuadamente.
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 reúne la inteligencia colectiva de la OCDE para proporcionar un resumen conciso (consulte el Capítulo 3) de las principales implicaciones de estas tendencias en las competencias. Las contribuciones analíticas fueron realizadas por: la Dirección de Educación y Competencias; la Dirección de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales; la Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación; el Departamento de Economía; el Centro de Políticas Fiscales y Administración; el Centro para el Emprendimiento, las PYME y el Desarrollo Local; la Dirección de Gobernanza Pública y el Centro de Desarrollo.
Nuevo Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE
A través de su experiencia trabajando con los países en proyectos de estrategias nacionales de competencias, la OCDE ha desarrollado un cuadro de indicadores que ayuda a los países a comparar a nivel internacional su desempeño en el desarrollo (consulte el Capítulo 4) y en el uso eficaz (consulte el Capítulo 5) de competencias. El cuadro de indicadores incluye indicadores de desempeño en tres dimensiones: nivel de desempeño (es decir, el desempeño medio de los países); tendencia en el desempeño (es decir, evaluar si el desempeño está mejorando o empeorando en relación con otros países) y equidad en el desempeño (esto es, evaluar la variación en los resultados en materia de competencias entre los grupos socioeconómicos).
El cuadro de indicadores se ha utilizado con eficacia como herramienta para facilitar el debate entre el gobierno, los agentes sociales y otras partes implicadas sobre los puntos fuertes y débiles de los sistemas de competencias de los países y, por extensión, sobre prioridades de políticas, conciliaciones y sinergias. En los proyectos de estrategias nacionales de competencias de la OCDE más recientes, el cuadro de indicadores se ha utilizado como herramienta para ayudar a identificar los temas que se tratarán en detalle en los capítulos temáticos de este volumen. La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 presenta de forma oficial este cuadro de indicadores a la amplia comunidad de la OCDE vinculada con las políticas de competencias (en los capítulos 4 y 5).
Resultados clave de políticas y ejemplos de buenas prácticas para desarrollar las competencias necesarias, usarlas de manera eficaz y fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
Con frecuencia, los países miembros de las OCDE (tanto aquellos con los que ha trabajado la OCDE en los proyectos de estrategias nacionales de competencias como con los que no) buscan orientación de la OCDE sobre las políticas de competencias que desarrollen las competencias necesarias y las usen de manera eficaz.
Desde la publicación de la Estrategia de Competencias de 2012, la OCDE ha realizado una gran cantidad de nuevos trabajos analíticos y estudios por países con importantes conclusiones sobre las políticas. Sin embargo, actualmente, estas conclusiones están diseminadas entre un gran número de publicaciones de la OCDE, incluidas las catorce publicaciones sobre la Estrategia de Competencias de la OCDE. Proporcionar una lista completa de las conclusiones sobre las políticas de la OCDE va mucho más allá del alcance de una publicación de esta amplitud y extensión, pero la Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 sí destaca algunas de las conclusiones de políticas más recurrentes e importantes de sus publicaciones.
Por último, los países miembros de la OCDE buscan ayuda de la OCDE con frecuencia para identificar las políticas de competencias seguidas por otros países. Esta publicación reúne 71 ejemplos de caso de treinta países para destacar la variedad de enfoques que se están siguiendo para desarrollar las competencias necesarias, usarlas de manera eficaz y fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias. Dado que uno de los principios básicos de la Estrategia de Competencias de la OCDE es que no existe una política única para todos, se han realizado esfuerzos para proporcionar ejemplos de países con diferentes sistemas, tradiciones e instituciones políticos, así como de sistemas de gobierno centralizados y descentralizados.
Con el hecho de destacar las conclusiones clave de la política de competencias y los ejemplos de buenas prácticas de un buen número de países, la OCDE pretende facilitar un aprendizaje entre iguales que conduzca a mejores políticas, mejores empleos y mejores condiciones de vida.
El marco de la Estrategia de Competencias de la OCDE
La Estrategia de Competencias de la OCDE de 2019 proporciona a los países un marco amplio para analizar el desempeño de los sistemas de competencias de los países, comparar su desempeño a nivel internacional y analizar las buenas prácticas a nivel global. Con este objetivo, el marco de la Estrategia de Competencia de la OCDE de 2019 identifica tres dimensiones clave (gráfico 2.1).
Desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida
Para garantizar que los países pueden adaptarse y progresar en un mundo muy cambiante, todas las personas necesitan acceso a oportunidades para desarrollar y mantener un desempeño sólido en un conjunto amplio de competencias. Este proceso es a lo largo de la vida, empezando en la infancia y la juventud y continuando durante la vida adulta. También abarca todos los ámbitos de la vida, ya que se da no solo de manera formal en los centros educativos y en la educación superior, sino también, de manera no-formal e informal en el hogar, la comunidad y el lugar de trabajo. Al desarrollar un conjunto sólido de competencias, los países también generan incentivos para que las empresas rediseñen sus modelos y prácticas con el fin de hacer un mayor uso de las competencias disponibles (recuadro 2.3). En el Capítulo 4 de este informe se presenta el Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE, las conclusiones clave de políticas y los ejemplos de buenas prácticas internacionales para desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida.
Recuadro 2.3. Lecciones clave de política: desarrollar las competencias necesarias a lo largo de la vida
• Mejorar las expectativas para un aprendizaje a lo largo de la vida: establecer el enfoque y respaldar las elecciones de aprendizaje fundadas.
• Proporcionar un buen comienzo para el aprendizaje a lo largo de la vida: crear una base sólida durante la educación temprana y la educación formal.
• Hacer que el aprendizaje a lo largo de la vidae sea asequible y sustentable: fortalecer los mecanismos de financiación para el aprendizaje para adultos.
• Hacer que el aprendizaje a lo largo de la vida sea visible y gratificante: fortalecer los sistemas de validación y certificación de competencias.
• Conseguir que el aprendizaje a lo largo de la vida sea accesible y relevante: dar respuesta a las necesidades de los particulares y de los empleadores.
Usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad
Desarrollar un conjunto amplio y sólido de competencias es solo el primer paso. Para garantizar que los países y las personas obtienen todo el valor económico y social de las inversiones en el desarrollo de competencias, las personas también necesitan usar esas competencias de manera plena y eficaz. Esto significa garantizar que las personas cuentan con oportunidades para usar sus competencias no solo en el lugar de trabajo, sino también en la sociedad, a través de una participación cívica y política activa. También significa garantizar que las personas pueden usar sus competencias en la mayor medida posible en cada uno de estos contextos. Al usar las competencias de manera plena y eficaz, las personas también pueden mantener y desarrollar aún más sus competencias, haciendo del desarrollo y del uso de competencias un círculo virtuoso de éxito (recuadro 2.4). En el Capítulo 5 se presentan los resultados del Cuadro de Indicadores de la Estrategia de Competencias de la OCDE, las conclusiones clave de políticas y los ejemplos de buenas prácticas para usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad.
Recuadro 2.4. Lecciones clave de política: usar las competencias de manera eficaz en el trabajo y en la sociedad
• Promover la participación en el mercado laboral: reducir los obstáculos para
acceder a un empleo y ayudar a los trabajadores desplazados a encontrar un nuevo
trabajo.
• Promover la participación social: sensibilizar sobre los beneficios de la colaboración
cívica y apoyar el uso de las competencias en la sociedad y en la vida diaria.
• Ampliar la reserva de talentos disponibles: atraer las competencias adecuadas
del extranjero, mejorar la transparencia de los procedimientos para el reconocimiento
de las competencias y proporcionar capacitación lingüística.
• Hacer un uso intensivo de las competencias en el lugar de trabajo: mejorar
la organización del trabajo y las prácticas de gestión para aprovechar al máximo las
competencias de los empleados.
• Reducir los desequilibrios de competencias: mejorar la adecuación entre la
oferta y la demanda de competencias.
• Estimular la demanda de competencias de alto nivel: apoyar las actividades
innovadoras de las empresas y eliminar los obstáculos al crecimiento.
Fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
Aplicar reformas es todo un desafío para los gobiernos. La complejidad de esta tarea aumenta cuando las políticas involucran a un amplio número de agentes y entidades, como los diferentes niveles de gobierno y las partes interesadas, y abarca múltiples ámbitos de políticas, como es el caso de las políticas de competencias. Con frecuencia, los gobiernos se enfrentan a grandes desafíos políticos y técnicos, incluida, entre otras cuestiones, la necesidad de coordinar los diferentes ministerios y niveles de gobierno, de implicar a las partes interesadas y de definir los aspectos informativos y económicos de las reformas intersectoriales. Además, las reformas intersectoriales suelen asociarse con mecanismos de compensación redistributiva muy complejos, ya que suelen implicar la asignación y redistribución de recursos entre sectores y entre niveles de gobierno. Por tanto, los mecanismos de gobernanza son necesarios para: promover la coordinación, la cooperación y la colaboración entre todos los niveles de gobierno; implicar a las partes interesadas a lo largo del ciclo de formulación de políticas; crear sistemas de información integrados, y armonizar y coordinar los mecanismos de financiación. A medida que el cambio tecnológico, la globalización, los cambios demográficos y otras megatendencias se combinan para hacer que cada vez sea más importante desarrollar y usar de manera eficaz las competencias en la edad adulta, será aún más importante una gobernanza sólida que coordine las actividades y fomente la colaboración entre los múltiples agentes y entidades que tienen interés y que desempeñan un papel en garantizar que esto suceda (recuadro 2.5). En el Capítulo 6 se presentan las conclusiones clave de políticas de la OCDE y los ejemplos internacionales de buenas prácticas para fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias.
Recuadro 2.5. Lecciones clave de política: fortalecer la gobernanza de los sistemas de competencias
• Promover la coordinación, la cooperación y la colaboración entre todos los niveles de gobierno.
• Implicar a las partes interesadas a lo largo del ciclo de formulación de políticas.
• Crear sistemas de información integrados.
• Armonizar y coordinar los mecanismos de financiación.
0 comentarios